domingo, 20 de noviembre de 2016

UN ATROPELLO

DE AFICIONADO A AFICIONADO   (a la vuelta puede ser peor)


                 
Un atropello. Eso es lo que ha sido el encuentro, un atropello, una carnicería. Sin piedad. Es una bendición haber presenciado en directo un partido de baloncesto en el que el marcador termina por arrojar una diferencia histórica de treinta y nueve puntos a domicilio.

Por lo que toca a nuestro equipo hay que agradecer la mentalización de los jugadores desde el inicio –seguro que P. Laso tuvo algo que ver- saliendo a por todas con el cuchillo entre los dientes. Partido COM-PLE-TO. El equipo entero funcionó como un reloj, dominando todos los aspectos del juego, sin relajaciones.

 1.- Randolph estuvo enorme en todos los espacios de la cancha y en todas las facetas del juego, con tres tapones brutales, uno de los cuales es el mejor que he visto en mi vida –NBA incluída-

2.- Jaycee anotó sus puntos en condiciones muy difíciles con enorme mérito. Uno de los mejores partidos que le recuerdo ¿Alguien recuerda cuando le comparaban con Oleson?

3.- LLull…  ¿Qué se puede decir de LLull a estas alturas? Pues eso, NADA. No está pagado. Y mira que yo oigo todavía críticas en el Palacio cuando falla una canasta imposible a falta de décimas para acabar la posesión ¡Reivindico el derecho de LLull a fallar cuando le de la gana!

Pero todos, todos muy bien. MUY, MUY BIEN.

Partido para tener grabadito y volver a ver cuando estemos deprimidos. Y para cuando no lo estemos.


¡ HALAMADRID ¡ 

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