REAL MADRID 85 BARCELONA 69
¡QUE FORMA MÁS CUTRE DE DESPEDIRSE!
Éste es el primero de los tres partidos que jugaremos en los próximos cinco días. Una salvajada, esto no hay cuerpo que lo resista (ni de jugador ni de aficionado). Primero contra undécimo. Nosotros necesitamos una victoria para tener el factor cancha a favor y el rival, que ayer necesitaba un milagro de los gordos y, además, que ciertos astros cambiaran de posición en el firmamento y que el "saldo arbitral favorable" se acentuara en éste y otros escenarios de la Euroliga para poder pasar, hoy está matemáticamente fuera. Vamos, que no se repetirá el " sorpresón de la Champios Lí " en esta Euroliga. Como lo siento, oiga.
Cómo sería el partido, que se tiraron más triples que tiros de 2 puntos (59 / 55) y se produjeron 29 pérdidas de balón.
Destacaron por parte del Real Madrid los 21 puntos, 6 asistencias y el habitual triple escandaloso de LLull (32 de valoración) desde medio campo y sobre la bocina para irnos a comer el bocata en el descanso y el ansia de un Randolph motivadísimo. Si no les hicimos más daño tuvo que ser por compasión.
El rival, completamente groggy, se despidió de la élite con detalles tan lamentables como la autoexpulsión de su entrenador -que no sabía dónde meterse- poco antes del descanso; Rice que desaparecía o aparecía anárquicamente del partido, a su capricho; Navarro, que merece una despedida más digna, eligió mal el día para reaparecer y un Tomic que mostró su frustración y su cara más sucia en el juego.
¡ HALAMADRID ¡ por Paquito
Cómo sería el partido, que se tiraron más triples que tiros de 2 puntos (59 / 55) y se produjeron 29 pérdidas de balón.
Destacaron por parte del Real Madrid los 21 puntos, 6 asistencias y el habitual triple escandaloso de LLull (32 de valoración) desde medio campo y sobre la bocina para irnos a comer el bocata en el descanso y el ansia de un Randolph motivadísimo. Si no les hicimos más daño tuvo que ser por compasión.
El rival, completamente groggy, se despidió de la élite con detalles tan lamentables como la autoexpulsión de su entrenador -que no sabía dónde meterse- poco antes del descanso; Rice que desaparecía o aparecía anárquicamente del partido, a su capricho; Navarro, que merece una despedida más digna, eligió mal el día para reaparecer y un Tomic que mostró su frustración y su cara más sucia en el juego.
Pero bueno, tenemos el factor cancha a favor y ya podemos afrontar el próximo objetivo: estar entre los cuatro finalistas. Ya os iré contando.
¡ HALAMADRID ¡ por Paquito
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