Este
sí es “EL CLASICO”, el enfrentamiento más repetido de la competición europea. Y
siempre le tenemos ganas (como ellos a nosotros). Los que miren la tabla y vean
la posición antepenúltima que ocupan se engañan si piensan que va a ser un
encuentro plácido. Con Maccabi nunca lo es.
Ya
desde el inicio, el balón parecía tener vida propia para nuestros jugadores, se
escurría de entre los dedos, hacía corbatas increíbles en el aro incluso en las
bandejas más fáciles, parecía desviarse intencionadamente cuando iba a entrar…
y, mientras tanto, Goudelock nos trituraba fríamente desde cualquier posición.
Total, que 16-21 al final del primer cuarto.
En
el segundo, continuó esta inercia con malas decisiones en ataque, pero apareció
Rudy que, con 10 puntos y mucho curro, sostuvo al equipo cuando peor lo estaba
pasando y dejó el marcador en 37-36 al llegar al descando.
En
la reanudación algunos comentaban que Reyes y LLull debían estar lesionados y
los que jugaban eran sus dobles. Para rematar sale Draper a pista hasta que,
con 43-53 y la sensación de que jugamos con solo cuatro jugadores y no va a
haber manera de ganar este partido, por fin Laso decide sustituirle. Y cambió
todo. 53-56 al finalizar el tercer cuarto.
En
el tramo final, con una buena defensa que no dejó ver aro al Maccabi, resucitó
LLull, Rudy siguió su línea ascendente y Doncic se quedó a solo dos asistencias
de firmar un triple-doble con una valoración de 32. Casi nada, contra la
calidad individual que tenía enfrente.
Cuidadín
con el Maccabi. Mejor que esté donde está. No lo quiero en Final Four
Noticia
grande: Hoy han funcionado correctamente los relojes.
¡
HALAMADRID ¡
Genial crónica.
ResponderEliminarHala Madrid!!
no te creas, normalita.
ResponderEliminarCRÓNICA DE CORAZÓN. VIVIENDO EL PARTIDO EN DIRECTO QUE ES LO DIFÍCIL. CRÓNICA DE AFICIONADO MADRIDISTA NO DE PERIODISTA
ResponderEliminarSI SEÑOR
HALA MADRID¡¡¡